lunes, 22 de septiembre de 2008

FLORES


Otra imagen surrealista de Lisboa. Bajando por las callejuelas del barrio del Alfama nos encontramos con un tiesto-pierna que colgaba del primer piso de una casita. Perplejo me quedé y perplejo me hallo.

SAO CD


De vacaciones en Lisboa, en un pequeño escaparate, vimos esta figura de una gran figura de la Iglesia: San CD. O Sao CD, para los lusos. Una pena que la imagen estuviese tras una reja y no pudiese sacar en la foto lo que el santo lleva bajo el brazo: una zanahoria. Sao CD, patrón de los informáticos y de los agricultores. ¡Ahí es nada!

CARAS DE HORMIGÓN

Esta semana, nuestros queridos empresarios nos sorprendieron con una gran propuesta: supender "temporalmente" el capitalismo. Estos empresarios no son a los que cada día compramos el pan, el pescado, el periódico o a los que les pedimos un café. Son los que, por contratos blindados, cobran miles y miles -alungos más- de euros. Tienen miedo de que, en vez de poder comprarse dos Ferraris, con la crisis sólo puedan comprarle a sus niñatos un BMW. Hablan de suspender el capitalismo cuando les vienen "mal" dadas (o no. ¿cuántos se han quedado sin trabajo?)
Estos maravillosos gerifaltes quieren, en resumen, quedarse con todo el dinero que puedan en tiempos de "bonanza" y socializar todas las pérdidas en época de crisis. Vamos, que si ellos han gestionado mal su empresa, que todos, con nuestros impuestos, les paguemos las deudas. Una gran idea, que deberían copiar muchos españolitos: debo mucho dinero (hipoteca, crédito del coche), por lo tanto, estoy en crisis. Entonces, voy a pedirle a papá Estado que me lo pague todo. ¡Parece, que a estos grandes empresarios les ha quedado la cara de hormigón! ¿será por tanto invertir en la construcción?


PD: Puestos a suspender el capitalismo, suspendámoslo del todo. Vamos a casa de alguno de estos y marchémonos con sus jarrones, coches, obras de arte... Al fin y al cabo es lo que ellos quieren hacernos, marchándose con los recursos públicos. Entonces no estará tan mal, ¿no?